Para hacer Fotografía de Calle solo necesitas una cámara
Artículos mensuales sobre fotografía de calle para aprender paso a paso
Si eres de los que se pasan el día pensando en qué cámara fotográfica comprar para mejorar tus fotografías de calle tienes que leer este artículo. Hoy en nuestro blog te descubrimos los motivos motivos por los que para hacer street photography no necesitas más que una única cámara.
En mi anterior artículo, donde te explicaba por qué la Fotografía de calle me ha atrapado hasta el punto de convertirse en mi género favorito, te adelantaba que uno de los motivos era precisamente que el equipo que necesitas para practicarla es mínimo.
De hecho, tan mínimo como que sólo te hace falta una cámara. Cualquier cámara, además.
NO NECESITAS NADA MÁS
Sé que mi impaciencia tiene mucho que ver en que la Fotografía de calle me guste tanto. No es solo que puedo bajar en cualquier momento, esté donde esté, y buscar oportunidades en cualquier espacio público. El hecho de que no tenga que preparar la salida por adelantado y que para disfrutar de ella no me haga falta ningún accesorio también son aspectos muy importantes.
Si te gusta la Fotografía de fauna salvaje no solo tienes que desplazarte a lugares donde podrás encontrarla (a menudo a cientos o miles de kilómetros de tu lugar de residencia), también vas a necesitar teleobjetivos que te permitan fotografiar a los animales como si estuviesen a escasos metros de ti. Nadie espera ver a ese antílope como un punto diminuto en medio de la sabana o, por poner un ejemplo menos extremo, aunque imagino que igual de difícil de capturar, a ese martín pescador como una mancha azul frente a un fondo lleno de ramas.
Si lo tuyo es la Fotografía de paisaje o nocturna (como la que domina Mario Rubio) te imagino cargando con trípodes y cachivaches de iluminación y consultando el parte meteorológico o aplicaciones específicas para saber dónde se van a dar las mejores condiciones para captar las imágenes que buscas.
Si, como a mí, te encanta el retrato de estudio, prepárate para disponer de un espacio con fondos, flashes, reflectores, soportes, transmisores, etc. Todo con el fin de poder controlar hasta el más mínimo detalle de la iluminación que requiera cada retratado.
Y que conste que admiro la dedicación, la paciencia y la preparación que requieren esas disciplinas que he mencionado a modo de ejemplo. Pero es que, sencillamente, en mi caso, cuando hago fotos por puro placer, para evadirme o como ejercicio para aprender a mirar de otra manera, necesito sentir la libertad de hacerlo simplemente con una cámara, sin más complementos, sin previsión, sin extras, coger la herramienta del cajón donde la guardo y salir a hacer fotos.
NO HAY RECETAS
Si sigues Rubixephoto o cualquier otro blog en el que la Street Photography sea un tema recurrente, seguramente has leído consejos como que para sacarle el máximo partido a las calles deberías optar por un objetivo corto (como un 35mm o incluso un 28mm), o que todo podría ser mucho más sencillo con una cámara pequeña y discreta, de esas a las que nadie presta atención.
Pero lo cierto es que no hay recetas y es mejor así. ¿O acaso las imágenes que, por ejemplo, creaba Saul Leiter usando un teleobjetivo y comprimiendo los planos hasta el extremo no pueden considerarse Fotografía de calle? Sí, y de la más interesante además.
Cada uno de nosotros tenemos preferencias y también concesiones que hacer. En mi caso, por ejemplo, tiendo a usar objetivos fijos y cortos, pero eso es porque el tipo de Foto de calle que me gusta hacer es la que logra que el espectador se sienta parte de la escena. Para eso he tenido que aprender a acercarme mucho, pero muy a menudo sigo encontrándome con situaciones que no sé resolver y que con un zoom, por ejemplo, podrían ser más fáciles de abordar.
Pero la falta de un determinado equipo nunca debería ser una excusa. Siempre podemos trabajar un poco más la escena o ser más creativos.
EL ÚNICO REQUISITO QUE DEBES PONER A TU CÁMARA PARA FOTOGRAFÍA DE CALLE
Como te decía, no hay recetas. Se puede hacer magnífica Fotografía de calle con cualquier cámara, incluso, desde luego, con el teléfono móvil (y si no, que se lo pregunten a Rodrigo Rivas, un verdadero especialista y compañero en este blog).
De todas formas, sí creo que hay un requisito que deberías exigirte a la hora de escoger tu herramienta. El único que de verdad aumenta tus posibilidades de conseguir mejores fotos: hazte con una cámara que te apetezca llevar encima la mayor parte del tiempo.
Si para eso tienes que sacrificar el tamaño del sensor, hazlo. Si te sientes más seguro con una cámara grande, adelante. Si te sientes menos invasivo con el móvil, fantástico. Si no puedes comprarte una cámara nueva, que sea de segunda mano, heredada, es igual.
Lo que sea con tal de que cuando tengas (o te inventes) una oportunidad no eches de menos la herramienta que has escogido para inmortalizar ese momento.
Además, es importante que hayas practicado lo suficiente con ella como para no dudar de qué hacer y cómo hacerlo… Ese es uno de los motivos por el que, durante mis talleres, desaconsejo estar demasiado pendiente de los últimos lanzamientos y novedades del mercado. Cambiar de cámara en la mayoría de los casos significa volver a aprender a usar un dispositivo prácticamente desde cero, y las dudas y la torpeza propias de un periodo de adaptación son letales a la hora de cazar un momento fugaz como los que perseguimos.
En definitiva, y como conclusión, uno de los motivos por los que me apasiona la Fotografía de calle es que, a la hora de la verdad, cuando se trata de congelar para siempre un instante que quizás nunca vuelva a repetirse, cuando tengo la oportunidad de hacer una foto de la que sentirme orgulloso, al final todo depende únicamente de mí y de mi cámara, de lo cómodo que esté con ella y no tanto de si dispone de las últimas prestaciones (esas que raramente usamos).
Me gusta recordar (también lo repito hasta la saciedad en mis talleres) que algunas de las imágenes más impactantes de la historia, esas que seguirán dejándonos con la boca abierta dentro de cincuenta años, fueron hechas con cámaras que palidecerían ante los móviles que llevamos en el bolsillo o ante la más sencilla de nuestras cámaras…
Dicho de otra forma, ¿qué excusa nos queda para culpar a nuestra herramienta de los resultados?